REMENBRANZAS SOBRE LA FUNDACIÓN DE LA ASOCIACION NACIONAL DE CRIADORES Y PROPIETARIOS DEL CABALLO PERUANO DE PASO

Por: Don Fernando Fernandini Arana
Fuente: Anuario 1988
Nuestro consocio Juanacho Vizquerra, encargado por la Asociación de editar el Anuario correspondiente al Concurso Nacional del Caballo Peruano de Paso, ha solicitado mi colaboración para que redacte un artículo sobre la fundación de nuestra Entidad, en la que tuve el honor de participar, impulsado por la afición que desde muy joven tuve por nuestro noble, bueno, hermoso, elegante y suave equino.
Pero, antes de entrar en materia, no como articulista sino como narrador, de ese hecho y de otros anteriores, quiero expresar mi gratitud a dos aficionados ya desaparecidos que fueron los que me impulsaron la afición y me permitieron desarrollarla, al brindarme la oportunidad de cabalgar en los animales de su propiedad que criaban en las tierras "Chacaritas de Callao"; parte del fundo Miranaves y en el Establo de Bellavista. Ellos fueron don Eduardo Suito Bravo y don Manuel Hermilio Higueras.
Posteriormente, durante el gobierno del señor Augusto B. Leguía, el alcalde del Rímac, señor Juan Ríos, organiza entre 1927 y 1929 los concursos de Caballos Peruanos de Paso en la Pampa de Amancaes, a los que asistía, movilizándose en tranvía urbano hasta la calle Chiclayo del distrito del Rímac y de ahí cruzaba la Alameda de los Descalzos para ingresar a la que es hoy la avenida que conduce al Polígono de Tiro, tomando luego el desvío para llegar a la Pampa de Amancaes.
Durante esos años aparecen en folletos y revistas publicaciones sobre el Caballo Peruano de Paso, debiendo destacar la que oficialmente hizo el Ministerio de Fomento en 1924 y que fue escrita por el doctor Luis Maccagno, profesor de Zootecnia e Higiene de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria de Lima.
Por razones políticas el año 1930 no se pudo realizar el concurso, reanudándose el año 1931 hasta 1939 y siempre en el mismo escenario, según se desprende el folleto editado por el Concejo Distrital del Rímac en Homenaje al Caballo Peruano de Paso el año 1941, siendo alcalde el señor Jorge C. Albettini y con la colaboración de nuestro consocio fundador, ingeniero Carlos Luna de la Fuente.
Ese mismo año y en 1942 se reanuda el Concurso de Amancaes, con una peculiaridad, la clasificación se realiza en la Plaza de Acho y la entrega de premios se hizo en la Pampa de Amancaes, a la que asistía el presidente de la República don Manual Prado Ugarteche, aficionado y cultor de nuestro caballo nacional. Los certámenes de Amancaes traen a mi memoria el nombre de antiguos y distinguidos aficionados a la crianza del Caballo Peruano de Paso que, sin restar importancia a la mecanización del trabajo agrícola y a los medios de transporte, continuaban con cariño y dedicación en la crianza de nuestro caballo nacional y acudían religiosamente con sus animales a la Pampa de Amancaes para participar en los concursos, rindiendo en esta forma un homenaje a nuestra peruana tradición.
Entre ellos, mencionaré a don Santiago Acuña, José Antonio de Lavalle, Juan Enrique Capurro, los hermanos Migone, Eduardo Suito, Pío Delgado, Nicanor Parodi, Juan Bautista Isola, Manuel del Solar, Mario Cánepa C, hermanos Larco Hoyle, José Musante Hurtado, Federico de la Torre Ugarte, hermanos Váscones, hermanos Ravina y otros cuyos nombres escapan a mi memoria.
Como no es posible hablar solamente de su música sin mencionar al músico que la toca, debo referirme a los enfrenadores que presentaban los caballos de los criadores en los concursos, donde lucía no solamente las cualidades del animal sino, al mismo tiempo, demostraban esa intuitiva y criolla alta escuela, llamada enfrenadura.
Ellos fueron: Juan Medina, Juan Orbegoso, Pablo Lozano, Carlos Zavala, Fermín Orellana, Artemio Puente, Eusebio Lestar, Armando Carrera y Juan Guerrero.
Por iniciativa del doctor Alfonso J. Álvarez Calderón Flores, presidente del Club Hípico Peruano ante el presidente de la República don Manuel Prado Ugarteche y su Ministro de Agricultura ingeniero Godofredo A. Labarthe, se oficializó y realizó en 1945 el primer Concurso del Caballo Peruano de Paso.
En dicho concurso inicial, en el que todavía no se habían elaborado las reglas de juzgamiento, se dio el caso de declarar Gran Campeón de la Raza a un potrillo de tiro, cuya única cualidad fue la de estar bien presentado, tan es así, que el año 1947 en que regresa a competir en la primera Categoría "A" para potros de más de 4 años de silla y freno ocupa el décimo cuarto lugar.
Esta circunstancia y otras anormalidades practicadas por un influyente miembro de la nueva Directiva del Club Hípico Peruano que, igualmente, actuó de jurado calificador y que deseaba elaborar el standard o patrón del caballo de paso a base do un criadero norteño, que por los cruces era la negación de la raza, determinó que el 13 de mayo de 1947 y en vísperas de la clausura trece (13) aficionados criadores y propietarios suscribieron el Acta de Fundación de la Asociación, eligiendo como presidente honorario vitalicio a don Federico de la Torre Ugarte, criador del Valle de Zaña - Hacienda Palomino y como presidente a don Eduardo Isola Petitjean, que había heredado de su padre, don Juan Bautista Isola, algunos Caballos Peruanos de Paso y en 1945 adquirió de criadores de Zaña y Trujillo algunos ejemplares, entre ellos “Príncipe”, clasificado primero en la Categoría -Clases A- Potros- 1945 ganándole a su padre “Limeñito” que ocupó el segundo lugar.
Suscribieron al Acta original, además de los nombrados en el párrafo precedente, los señores Santiago Gerbolini L., Jorge Juan Pinillos Cox, Carlos Luna de la Fuente, Ernesto Carozzi Isola, José Musante Hurtado, Carlos Parodi Cuya; Oswaldo Llorens, Carlos Brazzini y Fernando Fernandini Arana.
De inmediato redacté los Estatutos y se convocó a una Junta General de Socios, que los aprobó, redactándose y suscribiendo la minuta, la que fue entregada a un notario para ser elevada a escritura pública. Desgraciadamente, el notario perdió el Acta original, que había sido copiada sobre un burdo papel apoyando en una corona, y hubo necesidad de redactar otra, meses después, en la que figuran otras personas que en realidad no fueron fundadores.
Mientras la escritura seguía su curso normal nos dedicamos a realizar en el fundo Tambo Inga, conducido por Eugenio Isola y administrado por Carlos Gonzales, un estudio sobre los pisos para poder sustituir la simple exclamación "qué buen piso" por una definición; establecer las condiciones que deberían reunir los pisos y la clasificación de los pisos por su avance.
Como es de presumir las discusiones sobre éste y otros tópicos se sucedían y normalmente visitábamos los fundos de otros amigos criadores para seguir comparando y debatiendo.
En las reuniones sociales a las que concurrían los fundadores y nuevos socios los temas sobre el caballo se hacían presentes con el consiguiente malestar de las esposas.
Los Estatutos fueron elevados a escritura pública e inscritos en el Registro de Asociaciones, pero, de acuerdo con la ley, tenían que ser presentados al Ministerio de Agricultura, solicitando nuestro reconocimiento oficial y su correspondiente inscripción en Registro del Departamento de Fomento Pecuario de la Dirección do Ganadería.
En este portafolio fuimos interferidos por terceras personas que no se conformaban con quedar marginadas en la organización del concurso, Esta interferencia dio lugar a que los asociados se reunieran y aprobaran no concurrir al certamen del año 1948, porque sin caballos no podía haber concurso.
Hubo quien interpuso sus buenos oficios y se convino que en los anuncios se dejara claramente establecido que el IV Concurso Oficial lo realizaba el Club Hípica Peruano en colaboración con la Asociación de Criadores y Propietarios de Caballos Peruanos de Paso (en vía de reconocimiento).
Debido a las gestiones realizadas por Eugenio Isola ante el presidente de la República, general Manuel A. Odría; el 15 de diciembre de 1948 se expide la Resolución Suprema # 876 reconociendo a la Entidad bajo la denominación de Asociación Nacional de Criadores y Propietarios de Caballos Peruanos de Paso, y lo quo es igualmente importante, se le concedía jurisdicción en toda la República.
A partir de ese momento la organización y responsabilidad fue de la Asociación y quien colaboraba era el Club Hípico Peruano, en cuya sede se realizaron los concursos durante varios años más.
Ahora bien, los gastos de organización de los concursos corrían por cuenta nuestra y tengo en mi poder el costo de los realizados durante los años 1947 y 1948.
En 1947 los gastos fueron del orden de S/. 6,550.50 y en 1948 de S/. 8,770.00.
Lo que va de ayer a hoy.
Con la tranquilidad que nos dio el reconocimiento oficial, los fundadores seguimos trabajando febrilmente no sólo en la organización del concurso del año siguiente, sino en la elaboración del Standard o Patrón del Caballo Peruano de Paso, para lo que contamos con la valiosa cooperación del doctor Alberto León, rector de La Molina, e igualmente con la de los socios ingresados después de la fundación, señores Antonio Graña E., Jaime Miranda Souza, Alex Zarak Risi y otros.
En marzo de 1950 el Supremo Gobierno expidió la Resolución Ministerial # 450 aprobándolo, lo que nos permitió publicarlo en el Anuario correspondiente al VI Concurso Oficial realizado en abril de 1950.
Así mismo, dimos inicio a la labor de divulgación del Caballo Peruano de Paso mediante la publicación de artículos en los Anuarios y en charlas radiales, cabalgatas en los días domingos y presentaciones en la Pampa de Amancaes, correspondiendo a la invitación del Concejo Distrital del Rímac y como un reconocimiento a la labor que realizó en años anteriores en beneficio del Caballo Peruano de Paso.
Nuestra labor ha sido públicamente reconocida por la prensa nacional y por los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Para terminar, voy a repetir lo que en una oportunidad expresara el que fuera nuestro consocio Raúl Aramburú; referido a la fundación. "Lo que aquella noche aconteció en la amena fraternidad de una década de criollos de buena cepa, fue tomando con el tiempo su verdadera dimensión en el país. Labor de reconquista, en que a los primeros se unieron muy pronto otros selectos grupos para luchar, emulado el histórico gesto de la Isla del Gallo, no por la riqueza de una tierra desconocida, sino por el reencuentro del peruano con una hermosa y vieja tradición abandonada".
Los que fundamos la Asociación estamos satisfechos, porque nuestros anhelos se han convertido en realidad no solamente a nivel nacional sino internacional, como se demuestra con la apertura del mercado de exportación y la constitución en la República y en el extranjero de asociaciones similares a la nuestra.

LOS FUNDADORES DE LA ASOCIACION: UNA ACLARACION
La fundación de la Asociación de Criadores y Propietarios de Caballos Peruanos de Paso se divide en dos etapas: la histórica o auténtica y la supletoria legal.
1. FUNDACION HISTORICA.- Ante una serie de problemas generados en los tres primeros concursos en perjuicio de los concursantes, así como la influencia de determinada persona para formular el Patrón del Caballo Peruano de Paso a base de un criadero que lo había cruzado con otras razas, el viernes 18 de mayo de 1947, los propietarios de los animales participantes en el Tercer Concurso Oficial y aficionados reunidos en la Cabaña de Eugenio Isola Petitjean, acordaron formar la Asociación de Criadores y Propietarios de Caballos Peruanos de Paso.
Estuvieron presentes en dicha reunión las siguientes personas: Federico Torre Ugarte, Eugenio Isola, Jorge Juan Pinillos, Carlos González Byrne, Carlos Luna De La Fuente, José Musante Hurtado, Carlos Parodi Cuya, Ernesto Carozzi Isola, Carlos Brazzini, Santiago Gerbolini Isola, Oswaldo Llorens García, Alfredo Gonzales Byrne y Fernando Fernandini Arana.
Se me encomendó la redacción del Acta de Fundación. Conseguí caballetes y una plancha de madera que me sirvieron de escritorio y tendiendo un papel de envolver redacté el Acta que constaba de cinco artículos, que fueron discutidos, corregidos y aprobados por los 13 asistentes en señal de conformidad.
Por razón de mi profesión recibí el encargo de redactar la minuta de constitución y estatutos, lo que fue cumplido de inmediato.
En dicho documento se autorizó al presidente elegido, señor Eugenio Isola, y a mi persona en calidad de secretario letrado, a suscribir la minuta y estructura pública.
Una vez firmada la minuta se la entregué a nuestro consocio Carlos Luna de La Fuente, el que a su vez la puso en manos de su amigo, el notario público, Villarán.
2. En el ínterin, Ernesto Carozzi Isola mandó confeccionar en oro las insignias de la Asociación que fueron entregadas solamente a los fundadores que se mencionan en párrafo precedente que los acreditaban como los únicos con derecho a usar dicho distintivo.
Corroborando lo expuesto, inserto la parte pertinente del artículo escrito por el que fuera nuestro asociado Raúl Aramburú Raygada, titulado "Albergue de Peruanidad" referido a la fundación.
Al promediar la noche, callado el bullicio multitudinario, el Club Hípico sólo alberga contados grupos de criadores y chalanes, que al calor de la charla no ocultan su desaliento. Hay que hacer un esfuerzo mayor, ir a la recuperación del prestigio del caballo de paso, para devolver a nuestro pueblo una de sus mejores galas. Con el marco de la rústica cabaña y la proximidad de los improvisados pesebres, al calor de un buen pisco añejo y con la emoción de un sueño netamente peruanista, se dio paso trascendental. Un grupo de buenos criollos estamparon en burdo papel apoyado en una carona, las firmas comprometedoras para una obra cuya proyección sólo instruyeron entonces. Quedaba así formada, en ceremonia que nació modesta pero grande y noble por espíritu que encerraba la Asociación de Criadores del Caballo Peruano de Paso. Fernando Fernandini redactó el Acta y firmaron los fundadores.
Lo que aquella noche aconteció en la amena fraternidad de una de cena de criollos de buena cepa, fue tomando con el tiempo su verdadera dimensión en el país. Labor de reconquista, en que a los primeros se unieron muy pronto otros selectos grupos para luchar, emulando el histórico gesto de la Isla del Gallo, no por la riqueza de una tierra desconocida, sino por el reencuentro del peruano con una hermosa y vieja tradición abandonada.
- FUNDACION SUPLETORIA LEGAL. - Ante la pérdida del Acta original y de la Minuta, no quedó otra solución que redactar una nueva Acta de Fundación de fecha 23 de setiembre de 1947, en la que por error se omitió considerar a Carlos Brazzini y Alfredo Gonzales, y se incluyó a diez (10) personas que no firmaron la primera Acta de Fundación del 18 de mayo de 1947.
- Lo comentado y transcrito en los párrafos que anteceden son la fiel expresión de la verdad, la que puede ser ratificada por los fundadores sobrevivientes, señores Eugenio Isola, Santiago Gerbolini, Carlos Luna De La Fuente, José Musante Hurtado, Ernesto Carozzi Isola y el que estas líneas escribe.
Lima, 30 de marzo de 1988.